El origen del kilogramo: ¿De dónde proviene esta unidad de medida?
El kilogramo es la unidad de medida de masa más comúnmente utilizada en el sistema métrico. Es ampliamente reconocido y utilizado en todo el mundo, pero pocos conocen su origen y la historia detrás de esta importante unidad de medida.
¿Cuál es el origen del kilogramo?
El origen del kilogramo se remonta a finales del siglo XVIII, durante la Revolución Francesa. En ese momento, los científicos franceses estaban buscando una forma de establecer un sistema de medidas uniforme y universal. Así nació el sistema métrico decimal, que introdujo el kilogramo como una unidad de medida de masa.
¿Cómo se definió originalmente el kilogramo?
Originalmente, el kilogramo se definió como la masa de un cilindro metálico específico, conocido como el Gran K. Este cilindro fue creado en 1879 y está hecho de una aleación de platino e iridio.
¿Dónde se guarda el Gran K?
El Gran K se guarda y se preserva en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, ubicada en Sèvres, Francia. Sin embargo, el Gran K está solo y no puede ser utilizado directamente para calibrar básculas y equipos de medición de manera práctica.
¿Por qué el Gran K no es ideal para calibrar básculas y equipos de medición?
A lo largo de los años, se ha descubierto que el Gran K ha perdido una pequeña cantidad de masa, aproximadamente 50 microgramos, lo que ha generado inconsistencias y dificultades en la calibración de las básculas y equipos de medición. Además, el Gran K es susceptible al desgaste y la contaminación.
¿Cuál es la nueva definición del kilogramo?
En 2019, se introdujo una nueva definición del kilogramo basada en constantes fundamentales de la física. Ahora, el kilogramo se define en relación con la constante de Planck, una constante física de la teoría cuántica. Esta nueva definición permite una mayor precisión y estabilidad en la medición de la masa.
¿Qué ventajas tiene la nueva definición del kilogramo?
La nueva definición del kilogramo basada en la constante de Planck ofrece varias ventajas. En primer lugar, elimina la dependencia de un objeto físico específico, como el Gran K, que puede cambiar con el tiempo. En segundo lugar, garantiza una mayor precisión y consistencia en las mediciones de masa en todo el mundo.
El kilogramo, como unidad de medida de masa, tiene un origen histórico y ha evolucionado a lo largo del tiempo. Desde su definición inicial basada en el Gran K hasta la nueva definición basada en la constante de Planck, el kilogramo continúa siendo una unidad fundamental en la ciencia y el comercio en todo el mundo.