Cómo hacer un guanciale casero

Cómo hacer un guanciale casero Si eres amante de la cocina italiana, seguramente has probado el guanciale en diversas recetas como la auténtica pasta all'amatriciana o spaghetti carbonara. Este delicioso ingrediente es un tipo de panceta curada que proviene de la mejilla del cerdo, y si bien se puede encontrar en algunos supermercados especializados, hacerlo en casa te permitirá controlar la calidad de los ingredientes y el proceso de curación. A continuación, te enseñaremos cómo hacer un guanciale casero de forma sencilla. Ingredientes: - 1 mejilla de cerdo deshuesada - Sal - Pimienta negra en grano - Azúcar - Sal rosa del Himalaya (opcional) - Hojas de laurel - Tomillo Instrucciones: 1. En primer lugar, asegúrate de tener una mejilla de cerdo fresca y de buena calidad. Lo ideal es conseguir una mejilla deshuesada en una carnicería especializada. 2. Lava y seca muy bien la mejilla de cerdo. Asegúrate de que esté completamente seca antes de continuar. 3. En un mortero o molinillo, muele los granos de pimienta negra hasta obtener un polvo grueso. Añade sal y azúcar al gusto, mezcla bien. 4. Frota la mezcla de sal, pimienta y azúcar por todos lados de la mejilla de cerdo, asegurándote de que quede bien cubierta. Puedes utilizar la sal rosa del Himalaya para un toque de sabor adicional. 5. Coloca la mejilla de cerdo en una bolsa de plástico hermética y añade hojas de laurel y tomillo para aromatizar. Cierra bien la bolsa y déjala en el refrigerador durante al menos una semana. 6. Pasada la semana, retira la mejilla de cerdo de la bolsa y enjuágala bajo agua fría para eliminar el exceso de sal y especias. Sécala muy bien con papel absorbente. 7. Envuelve la mejilla de cerdo en una gasa de cocina y cuélgala en un lugar fresco y seco durante al menos 3 semanas. Este proceso de secado ayudará a que el guanciale adquiera su textura y sabor característicos. 8. Una vez que el guanciale esté completamente curado, retíralo de la gasa y córtalo en finas lonchas antes de utilizarlo en tus recetas favoritas. El guanciale casero no solo tiene un sabor incomparable, sino que también le brindará a tus platos italianos un toque de autenticidad. Aunque hacerlo puede llevar tiempo y paciencia, los resultados valdrán la pena. Puedes guardar el guanciale curado en el refrigerador durante varias semanas e incluso congelarlo para usarlo en el futuro. Recuerda que el guanciale es un ingrediente clave en muchas recetas tradicionales italianas, por lo que hacerlo en casa te permitirá disfrutar de platos auténticos con un toque personal. ¡Anímate a hacer tu propio guanciale casero y sorprende a tus seres queridos con los sabores de la cocina italiana!