Enrojecimiento y calor
Uno de los signos más comunes de inflamación es el enrojecimiento de la piel en la zona afectada. Esto se produce debido a que los vasos sanguíneos se dilatan para permitir un mayor flujo de sangre hacia esa área. Además, es posible que sientas calor al tocar la piel inflamada debido a este aumento en la circulación sanguínea.
Hinchazón
Otra señal característica de la inflamación es la hinchazón en la zona afectada. Este proceso ocurre porque los vasos sanguíneos se vuelven más permeables, permitiendo que se acumule líquido en los tejidos. La hinchazón puede variar en intensidad y puede ser visible a simple vista o sentirse al tacto.
Dolor y sensibilidad
El dolor es otro síntoma común de la inflamación. Puedes experimentar dolor en la zona inflamada, el cual puede variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso. Además, es posible que la zona inflamada sea sensible al tacto o que sientas molestias al realizar movimientos o presionar sobre ella.
Pérdida de función
En algunos casos, la inflamación puede afectar la función normal de una articulación, músculo u órgano. Puedes experimentar dificultades para moverte, debilidad muscular o limitaciones en la flexibilidad y amplitud de movimiento. Si experimentas una pérdida significativa de función, es importante buscar atención médica de inmediato.
Fiebre
La fiebre es una respuesta común del cuerpo ante la inflamación. En algunos casos, puede ser una señal de que el proceso inflamatorio se está extendiendo o de que existe una infección presente. La fiebre generalmente se acompaña de otros síntomas como escalofríos, sudoración y malestar general.
En resumen, las señales de inflamación incluyen enrojecimiento, calor, hinchazón, dolor, sensibilidad, pérdida de función y fiebre. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario.