Utiliza un espesante natural
Una excelente opción para espesar la mermelada de la crostata es utilizar un espesante natural, como la pectina. La pectina es una sustancia presente en las frutas que actúa como un gelificante natural. Puedes encontrarla en tiendas especializadas o en línea. Sigue las instrucciones del paquete para añadirla adecuadamente a tu mermelada.
Agrega ralladura de manzana
Otra opción para espesar la mermelada es agregar ralladura de manzana. La manzana contiene una gran cantidad de pectina, por lo que ayudará a que la mermelada adquiera consistencia. Ralla una manzana pequeña y añádela a la mermelada mientras se cuece. Mezcla bien y deja que se cocine durante unos minutos adicionales.
Utiliza agar-agar
El agar-agar es un extracto de algas marinas que se utiliza frecuentemente como espesante en la cocina vegetariana y vegana. Agregar una pequeña cantidad de agar-agar a la mermelada puede ayudar a espesarla sin alterar su sabor. Sigue las instrucciones del envase para añadir el agar-agar adecuadamente.
Cocina a fuego lento
Si tu mermelada todavía está muy líquida después de añadir un espesante, puedes cocinarla a fuego lento durante un poco más de tiempo. De esta forma, el líquido se evaporará y la mermelada se espesará. Recuerda revolver de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo de la olla.
Si sigues estos consejos, lograrás espesar la mermelada de tu crostata y obtendrás un postre delicioso con una textura perfecta. Disfruta de tu crostata casera!