Calcular la cubicación de un edificio es una tarea fundamental en la construcción, ya que nos permite conocer con precisión la cantidad de materiales y recursos necesarios para llevar a cabo una obra. Este proceso implica determinar el volumen total de un edificio, teniendo en cuenta sus diferentes componentes y estructuras. A continuación, se presentará un ejemplo de cómo se puede realizar esta cubicación.
Supongamos que tenemos un edificio de cuatro pisos, con una planta rectangular. Para empezar, debemos medir las dimensiones de cada piso, es decir, su largo, ancho y altura. Supongamos que cada piso tiene un largo de 20 metros, un ancho de 15 metros y una altura de 3 metros.
El primer paso es calcular el volumen de cada piso por separado. Esto se hace multiplicando el largo por el ancho y luego por la altura. En este caso, el volumen de cada piso sería de 900 metros cúbicos.
Una vez que tenemos el volumen de cada piso, podemos determinar el volumen total del edificio sumando los volúmenes de todos los pisos. En este caso, el volumen total sería de 3600 metros cúbicos.
Sin embargo, esto solo nos daría la cubicación del espacio interior del edificio. Para tener una cubicación más precisa, debemos tener en cuenta otros elementos como los muros exteriores, los pilares y las estructuras internas.
Supongamos que el edificio cuenta con muros exteriores de 0.30 metros de espesor. Para calcular el volumen de los muros de cada piso, debemos multiplicar el largo por el ancho y luego por el espesor de los muros. En este caso, el volumen de los muros sería de 18 metros cúbicos por piso.
Sin embargo, también debemos tener en cuenta los pilares y las estructuras internas del edificio. En este caso, supongamos que hay 4 pilares en cada piso, con dimensiones de 0.50 metros de ancho por 0.50 metros de largo y una altura de 3 metros. Para calcular el volumen de los pilares por piso, multiplicamos el largo por el ancho y luego por la altura. En este caso, el volumen de los pilares sería de 0.75 metros cúbicos por piso.
Además de los pilares, es posible que el edificio cuente con estructuras internas como vigas o losas. En este ejemplo, supongamos que hay vigas que cruzan el edificio en sentido longitudinal y transversal, con una sección de 0.30 metros de ancho por 0.50 metros de altura. Para calcular el volumen de las vigas, multiplicamos el largo por el ancho y luego por la altura. En este caso, el volumen de las vigas sería de 3 metros cúbicos por piso.
Finalmente, para obtener la cubicación total del edificio, sumamos los volúmenes de los pisos, los muros, los pilares y las vigas. En este ejemplo, la cubicación total sería de 3648 metros cúbicos.
En conclusión, calcular la cubicación de un edificio es un proceso esencial en la construcción. Nos permite conocer la cantidad exacta de materiales y recursos necesarios para llevar a cabo una obra. Con un ejemplo práctico, se ha demostrado cómo se pueden realizar estos cálculos, teniendo en cuenta los diferentes componentes y estructuras del edificio. La cubicación nos brinda una visión clara y precisa de las dimensiones y volúmenes totales involucrados en un proyecto, lo cual es vital para un correcto planeamiento y gestión de la construcción.
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