Cuando respiramos, el oxígeno entra por la nariz o la boca y viaja por la tráquea hacia los pulmones. Una vez en los pulmones, el oxígeno se dirige a los alvéolos, que son pequeños sacos en los pulmones donde ocurre el intercambio de gases.
¿Qué ocurre en los alvéolos?
En los alvéolos, el oxígeno pasa de los sacos de aire a los capilares sanguíneos que rodean los alvéolos. Esto permite que el oxígeno se una a los glóbulos rojos en la sangre y sea transportado a todas las células del cuerpo.
¿Cómo se transporta el oxígeno a las células?
Una vez unido a los glóbulos rojos, el oxígeno se transporta a través del torrente sanguíneo hacia las células del cuerpo. En las células, el oxígeno es utilizado en el proceso de respiración celular para producir energía.
¿Qué ocurre con el dióxido de carbono en este proceso?
Al mismo tiempo que el oxígeno se une a los glóbulos rojos, el dióxido de carbono se libera de las células y se une a la sangre para ser transportado de regreso a los pulmones. Una vez en los pulmones, el dióxido de carbono es expulsado del cuerpo a través de la respiración.
- En resumen, el oxígeno que respiramos se dirige a los pulmones, donde es transportado a través de los alvéolos a los glóbulos rojos en la sangre.
- Una vez en los glóbulos rojos, el oxígeno es transportado a las células del cuerpo para producir energía.
- Al mismo tiempo, el dióxido de carbono generado en las células es transportado de regreso a los pulmones para ser eliminado del cuerpo.
Así es como el oxígeno que respiramos nos mantiene vivos y en funcionamiento!