La bursitis del hombro es una condición médica que se caracteriza por la inflamación de la bursa del hombro, una pequeña bolsa llena de líquido que actúa como amortiguador entre los tendones, los músculos y los huesos. Esta inflamación puede causar un intenso dolor en la zona afectada, así como limitar el rango de movimiento del hombro. El diagnóstico de la bursitis del hombro se basa en los síntomas y en la exploración física realizada por un especialista en traumatología u ortopedia. El paciente suele presentar dolor intenso en la zona del hombro, así como sensibilidad al tacto y dificultad para realizar movimientos del brazo. En algunos casos, se puede realizar una radiografía para descartar otras posibles lesiones en el hombro como fracturas o dislocaciones. Una vez confirmado el diagnóstico de bursitis del hombro, el tratamiento suele ser conservador y se enfoca en aliviar el dolor y reducir la inflamación. En una primera instancia, es recomendable el reposo del hombro afectado, evitando movimientos bruscos y actividades que puedan empeorar la condición. Además, se puede aplicar hielo en la zona afectada varias veces al día para reducir la inflamación. En caso de dolor intenso, el médico puede recetar analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos para aliviar el malestar. También puede ser útil la realización de terapia física, donde se enseñan ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar el rango de movimiento del hombro. En algunos casos, se puede recurrir a inyecciones de corticosteroides en la bursa del hombro para disminuir la inflamación. Si a pesar de estos tratamientos conservadores el paciente no experimenta mejoras, es posible que se deba considerar una intervención quirúrgica. La cirugía para la bursitis del hombro, conocida como bursectomía, consiste en la extirpación de la bursa inflamada. Esta opción se reserva para casos más graves o crónicos que no han respondido a otras medidas terapéuticas. Es importante destacar que el diagnóstico y tratamiento de la bursitis del hombro deben ser realizados por un especialista en traumatología o ortopedia. Cada caso es único y requiere de una evaluación minuciosa para determinar el mejor enfoque terapéutico. Por esto, es fundamental acudir a un profesional de confianza y seguir sus indicaciones al pie de la letra. En resumen, la bursitis del hombro es una condición médica que se caracteriza por la inflamación de la bursa del hombro, lo que puede causar dolor intenso y limitar el movimiento del brazo. El diagnóstico se basa en los síntomas y en la exploración física, pudiendo ser complementado con radiografías. El tratamiento suele ser conservador, con reposo, aplicación de hielo, medicación y fisioterapia. En casos más graves, se puede recurrir a la cirugía para extirpar la bursa inflamada. Es importante acudir a un especialista para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
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