La crema de calabaza con quenelle de mascarpone es una deliciosa y reconfortante receta perfecta para los días más fríos. La combinación de la calabaza suave y cremosa con el queso mascarpone le da un toque de elegancia y sabor. Además, es una opción saludable y nutritiva debido a los beneficios que aporta la calabaza.
La calabaza es una verdura baja en calorías y rica en fibra, vitaminas y minerales. Además, contiene antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades, fortalecen el sistema inmunológico y mejoran la salud ocular. Por otro lado, el queso mascarpone es una variedad italiana suave y cremosa, conocida por su sabor delicado y su textura sedosa. Aunque es un queso alto en grasas, aporta calcio y vitamina A.
Para preparar esta deliciosa receta, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 kg de calabaza cortada en trozos
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados
- 2 zanahorias peladas y cortadas en rodajas
- 1 trozo de jengibre fresco rallado
- 1 litro de caldo de verduras
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
- 200 g de queso mascarpone
Comienza calentando un poco de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Añade la cebolla picada y el ajo y sofríe hasta que estén dorados y fragantes. Luego, agrega las zanahorias y la calabaza cortada en trozos, y cocina durante unos minutos hasta que comiencen a ablandarse.
A continuación, añade el jengibre rallado y el caldo de verduras a la olla. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos, hasta que la calabaza esté bien cocida y tierna.
Cuando la calabaza esté blanda, retira la olla del fuego y deja que se enfríe un poco. Luego, utiliza una batidora de mano o un procesador de alimentos para hacer puré la sopa hasta obtener una consistencia suave y cremosa. Si prefieres una textura más gruesa, puedes triturar solo parte de la sopa y dejar algunos trozos de calabaza enteros.
Una vez que la sopa esté lista, añade sal y pimienta al gusto y vuelve a calentarla a fuego medio durante unos minutos. Mientras tanto, puedes preparar las quenelles de mascarpone.
Para hacer las quenelles, utiliza dos cucharas para tomar una porción de queso mascarpone y moldea la mezcla en forma ovalada. Coloca las quenelles sobre la crema de calabaza caliente y sírvelas inmediatamente. Las quenelles de mascarpone se derretirán ligeramente en la sopa, añadiendo un sabor cremoso y suave.
La crema de calabaza con quenelle de mascarpone es una opción ideal para una cena reconfortante o como entrante en una comida especial. Puedes acompañarla con un poco de pan crujiente o servirla en pequeños cuencos para una presentación más elegante. Además, puedes añadir un toque de sabor adicional espolvoreando encima algunas semillas de calabaza tostadas o hierbas frescas picadas.
En resumen, la crema de calabaza con quenelle de mascarpone es una receta deliciosa, saludable y fácil de preparar. La combinación de la calabaza suave y cremosa con el queso mascarpone le da un toque de elegancia y sabor. Además, es una opción nutritiva debido a los beneficios que aporta la calabaza. ¡Disfruta de esta deliciosa crema en los días fríos y sorprende a tus invitados con su exquisito sabor!
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