La achicoria es una verdura de raíz muy valorada por su sabor amargo y sus beneficios para la salud. Sin embargo, debido a su composición y sensibilidad, puede ser propensa a pudrirse si no se almacena adecuadamente. En este artículo, te daremos algunos consejos sobre cómo almacenar la achicoria para evitar que se estropee y puedas disfrutar de su frescura por más tiempo. La primera y más importante recomendación para prolongar la vida útil de tu achicoria es mantenerla en un lugar fresco y seco. La humedad es el principal enemigo de esta verdura y puede acelerar su descomposición. Lo ideal es guardarla en una bolsa de plástico perforada dentro del refrigerador, ya que las bajas temperaturas ayudarán a mantenerla en buen estado por más tiempo. Antes de almacenarla, es fundamental que limpies y seques completamente la achicoria. Retira las hojas externas que estén dañadas o marchitas y lávala suavemente bajo agua fría para eliminar cualquier resto de tierra. Para secarla, utiliza una toalla de papel o un paño limpio, asegurándote de que no queden residuos de agua que puedan favorecer la aparición de moho. Otro truco para conservar la achicoria en óptimas condiciones es envolverla en papel de periódico antes de guardarla en el refrigerador. El papel absorberá cualquier posible exceso de humedad y ayudará a mantenerla fresca y crujiente por más tiempo. Asegúrate de que las raíces estén envueltas por completo y coloca el paquete en una bolsa de plástico perforada antes de introducirlo en el refrigerador. Es importante mencionar que la achicoria fresca tiene una vida útil limitada, por lo que se recomienda consumirla dentro de los primeros cinco días después de ser adquirida. Sin embargo, si sigues estos consejos de almacenamiento, podrás extender su duración hasta una semana e incluso más. Si deseas almacenar achicoria por un período más largo, otra opción es congelarla. Para ello, debes pelar y cortar la raíz en trozos pequeños y hervirla durante cinco minutos. Luego, enfríala rápidamente sumergiéndola en agua helada para detener la cocción. Una vez que esté fría, seca los trozos de achicoria y colócalos en bolsas de congelación, asegurándote de eliminar todo el aire antes de cerrarlas. Almacenada de esta manera, la achicoria puede durar hasta seis meses en el congelador. Recuerda que la clave para almacenar achicoria correctamente y evitar su pudrición es mantenerla alejada de la humedad y el calor, y consumirla lo más pronto posible después de comprarla. Si sigues estos consejos, podrás disfrutar de esta sana y deliciosa verdura por más tiempo, aprovechando todos sus beneficios para tu salud. ¡No pierdas la oportunidad de incorporar la achicoria a tu dieta y disfrutar de su sabor único!
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