Qué necesitas?
Antes de comenzar, necesitarás tener a mano los siguientes materiales:
- Una grapadora estándar de oficina
- Una tarjeta de crédito o similar
Paso 1: Prepara la grapadora
Abre la grapadora y desliza hacia afuera la parte metálica en la que se cargan las grapas. Esto creará un espacio perfecto para introducir la tarjeta de crédito.
Paso 2: Introduce la tarjeta
Inserta la tarjeta de crédito en el hueco que has creado, asegurándote de deslizarla lo más profundo posible en el espacio. Esto proporcionará un punto de apoyo para abrir la puerta.
Paso 3: Gira la tarjeta
Gira la tarjeta mientras ejerces una ligera presión hacia abajo. Mantén la tarjeta en posición horizontal para que pueda funcionar como una palanca.
Paso 4: Abre la puerta
Continúa girando la tarjeta hasta que sientas que la cerradura cede y la puerta se abre. Y voilà! Has logrado abrir la puerta con una grapadora. Recuerda que este truco solo será efectivo en cerraduras que funcionen con pestillos o cerrojos estándar.
Abrir una puerta con una grapadora puede parecer algo fuera de lo común, pero en situaciones de emergencia puede ser un truco ingenioso y útil. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este método solo debe utilizarse en situaciones legales y éticas, por ejemplo, si te has quedado fuera de casa por accidente o has perdido tus llaves. Si tienes dudas sobre la legalidad de su uso, es mejor buscar la ayuda de un cerrajero profesional.
Recuerda que este truco solo debe utilizarse de manera responsable y con fines legales. No abuses de esta habilidad y asegúrate de mantener tus llaves a salvo en todo momento!