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1. Semillas de chía:
Las semillas de chía son una excelente fuente de fibra, ácidos grasos omega-3, proteínas y antioxidantes. Además, ayudan a regular el tránsito intestinal y a controlar los niveles de colesterol en sangre. Puedes agregarlas a yogures, batidos, ensaladas o utilizarlas en recetas de pan o galletas.
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2. Semillas de lino:
Las semillas de lino, también conocidas como linaza, son una gran fuente de ácidos grasos omega-3 y fibra. Ayudan a mejorar la digestión, reducir los niveles de colesterol y regular la presión arterial. Puedes consumirlas molidas y añadirlas a tus cereales, yogures o batidos.
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3. Semillas de girasol:
Las semillas de girasol son ricas en vitamina E, antioxidantes y grasas saludables. Estas semillas ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud cardiovascular y mantener una buena salud de la piel. Puedes consumirlas crudas, tostadas o añadirlas a tus ensaladas, panes o salsas.
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4. Semillas de calabaza:
Las semillas de calabaza son una excelente fuente de fibra, proteínas, magnesio y zinc. Benefician la salud del corazón, mejoran la salud de la próstata y fortalecen el sistema inmunológico. Puedes consumirlas crudas, tostadas o utilizarlas como ingrediente en panes, sopas o ensaladas.
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5. Semillas de sésamo:
Las semillas de sésamo, también conocidas como ajonjolí, son ricas en calcio, hierro y grasas saludables. Ayudan a fortalecer los huesos, mejorar la digestión y regular los niveles de azúcar en sangre. Puedes utilizarlas en panadería, como aderezo para ensaladas o incorporarlas a tus platos de arroz o pasta.
Recuerda que estas son solo algunas de las semillas que puedes incorporar en tu alimentación diaria. No dudes en experimentar con nuevas recetas y combinar diferentes semillas para obtener todos sus beneficios nutricionales. Disfruta de una dieta más saludable incluyendo semillas en tu rutina diaria!