Carne magra de res
La carne magra de res, como el lomo, el solomillo o el cuete, es una excelente opción para incluir en tu dieta. Estas variedades son más bajas en grasa saturada y calorías, lo que las convierte en una alternativa más saludable.
Carne de cerdo magra
Aunque la carne de cerdo ha sido señalada como poco saludable en el pasado, algunas variedades magras como el lomo de cerdo pueden ser consumidas con moderación en una dieta equilibrada. Estas opciones son bajas en grasa y ofrecen un buen aporte de proteínas.
Carne de ternera
La ternera, en particular la carne proveniente de animales alimentados con pasto, es una alternativa más saludable en comparación con otras carnes rojas. Es una buena fuente de proteínas, hierro y vitaminas del complejo B, y también tiene un menor contenido de grasa saturada.
Carne de cordero
El cordero es una opción menos común, pero igualmente válida. Ciertas partes magras, como el filete de pierna, son bajas en grasa y ricas en proteínas. Consumir carne de cordero con moderación puede proporcionar una variedad de nutrientes importantes.
Carne de caza
La carne de caza, como la venison (ciervo) o el jabalí, también puede formar parte de una dieta equilibrada. Estas carnes son bajas en grasa y ofrecen una excelente fuente de proteínas, además de aportar minerales como el hierro y el zinc.
Recuerda que, independientemente de la carne roja que elijas, es importante consumirla con moderación y como parte de una dieta equilibrada. Además, optar por carnes magras y evitar los cortes con exceso de grasa puede ayudarte a mantener una alimentación saludable.