Qué es la fiebre?
La fiebre es una elevación anormal de la temperatura corporal. En los niños, se considera fiebre cuando su temperatura supera los 37.5 grados Celsius. Es importante recordar que la fiebre en sí misma no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo está ocurriendo en el cuerpo.
Cuáles son algunas maneras efectivas de bajar la fiebre en los niños?
- Proporcionar líquidos: Mantener al niño hidratado es esencial durante la fiebre. Asegúrate de ofrecerle agua, jugos naturales y caldos ligeros para evitar la deshidratación.
- Usar ropa ligera: Quita las capas de ropa al niño para ayudarlo a regular su temperatura corporal. Opta por prendas ligeras, sueltas y transpirables.
- Aplicar compresas frías: Moja una toalla o paño con agua fresca y colócala en la frente, el cuello o las axilas del niño. Esto ayudará a reducir la temperatura corporal.
- Administrar medicamentos: Consulta siempre con un médico antes de darle cualquier medicamento a tu hijo. En algunos casos, el médico puede recomendar acetaminofén o ibuprofeno para aliviar la fiebre.
- Brindar descanso adecuado: Durante la fiebre, es importante que el niño descanse lo suficiente. Mantén su habitación fresca y tranquila para ayudarlo a dormir y recuperarse.
Cuándo debo preocuparme y buscar atención médica?
Si bien la fiebre en los niños suele ser común y se resuelve por sí sola, hay momentos en los que debes preocuparte y buscar atención médica de inmediato. Algunas señales de alarma incluyen:
- Temperatura superior a 38.5 grados Celsius en bebés menores de 3 meses.
- Irritabilidad extrema o dificultad para despertar al niño.
- Dificultad para respirar o respiración acelerada.
- Vómitos persistentes o diarrea que no mejora.
- Erupciones en la piel o sangrado inusual.
- Rigidez en el cuello o dolor intenso de cabeza.
Recuerda siempre confiar en tus instintos como padre. Si sientes que algo está mal, busca atención médica sin dudarlo.
La fiebre en los niños puede ser alarmante, pero con las medidas adecuadas puedes ayudar a tu hijo a sentirse mejor. Recuerda proporcionarle líquidos, usar ropa ligera, aplicar compresas frías, administrar medicamentos según lo recomendado y brindarle un descanso adecuado. Si observas señales de alarma, busca atención médica de inmediato. Sigue estos consejos y pronto tu pequeño estará de vuelta a su estado de salud normal!