El ungüento sagrado
Uno de los signos más distintivos de la Confirmación es el uso del ungüento sagrado, también conocido como el Santo Crisma. Este ungüento es utilizado por el obispo para ungir la frente del confirmado, simbolizando la presencia del Espíritu Santo en su vida. El Santo Crisma está compuesto de aceite de oliva y bálsamo y es consagrado por el obispo durante la Misa Crismal que se celebra en la Semana Santa.
La imposición de manos
Otro signo importante de la Confirmación es la imposición de manos por parte del obispo. Durante la celebración, el obispo extiende sus manos sobre el confirmado, invocando así la venida del Espíritu Santo. Esta imposición de manos es un gesto de transmisión de poder y bendición.
La palabra y la oración
Durante el rito de la Confirmación, el obispo pronuncia una oración especial y utiliza la palabra para fortalecer la fe del confirmado. Esta palabra es un recordatorio del compromiso y la responsabilidad que asume el confirmado al recibir el Espíritu Santo. Además, se espera que el confirmado participe activamente en la oración, expresando así su compromiso personal con Dios y con la comunidad cristiana.
El símbolo del fuego
El fuego es un símbolo importante en la Confirmación ya que representa el poder y la purificación del Espíritu Santo. Durante la celebración, se enciende una vela especial llamada «vela del Espíritu Santo», que simboliza el fuego divino. El confirmado recibe esta vela encendida como un recordatorio de su llamado a ser luz en medio del mundo.
- En resumen, los signos de la Confirmación son:
- – El uso del ungüento sagrado, el Santo Crisma.
- – La imposición de manos por parte del obispo.
- – La palabra y la oración del obispo.
- – El símbolo del fuego a través de la vela del Espíritu Santo.
La Confirmación es un sacramento de gran importancia en la vida de un creyente católico. A través de sus signos visibles, el creyente recibirá el don del Espíritu Santo y será fortalecido en su fe para vivir como un verdadero discípulo de Jesús.