Ingredientes necesarios
- 1 puñado de hojas de menta fresca
- Agua caliente
- Endulzante opcional (miel, azúcar, stevia)
Paso a paso
Paso 1: Lava bien las hojas de menta fresca para eliminar cualquier suciedad o residuo.
Paso 2: Calienta agua en una tetera u otra olla hasta que esté a punto de hervir. La cantidad de agua dependerá de cuántas tazas de té deseas preparar. Como referencia, usa aproximadamente 1 taza de agua por cada taza de té.
Paso 3: Mientras el agua se calienta, tritura ligeramente las hojas de menta en tus manos para liberar su aroma y sabor.
Paso 4: Coloca las hojas de menta en una tetera o taza resistente al calor.
Paso 5: Vierte el agua caliente sobre las hojas de menta.
Paso 6: Deja que las hojas de menta se infusionen en el agua caliente durante 5-10 minutos. Si prefieres un sabor más intenso, puedes dejarlas por más tiempo.
Paso 7: Si lo deseas, agrega endulzante a tu gusto. Puedes utilizar miel, azúcar, stevia u otro endulzante de tu elección.
Paso 8: Remueve las hojas de menta con un colador o filtro y vierte el té en tazas individuales.
Paso 9: Listo! Ya puedes disfrutar de tu té de menta casero. Puedes servirlo caliente o agregar hielo para disfrutarlo frío.
El té de menta es perfecto para disfrutar en cualquier momento del día. Además de su delicioso sabor refrescante, esta infusión también puede ayudar a aliviar dolores de estómago, mejorar la digestión y relajar la mente y el cuerpo.
Si eres amante de las infusiones, te invito a probar el té de menta casero. Es una bebida fácil de preparar y que te brindará muchos beneficios para la salud. No dudes en disfrutar de una taza de té de menta en cualquier momento!