La Pericondritis Mandibular es una infección del tejido conectivo que rodea el cartílago de la mandíbula. Esta infección suele ser causada por bacterias, aunque también puede ser causada por hongos o virus. Las bacterias más comunes que causan esta enfermedad son el estafilococo y el estreptococo. La infección generalmente se produce a través de una herida abierta en la piel, como una mordedura de un animal o una lesión traumática.
Los síntomas de la Pericondritis Mandibular pueden variar dependiendo de la gravedad de la infección. Los síntomas más comunes incluyen dolor intenso en la mandíbula, enrojecimiento, inflamación y sensibilidad al tacto. Además, es posible que se presenten otros síntomas sistémicos, como fiebre, escalofríos y debilidad generalizada.
El diagnóstico de la Pericondritis Mandibular se realiza mediante un examen físico y pruebas adicionales, como análisis de sangre y cultivos de heridas. El médico también puede solicitar una radiografía o una resonancia magnética para evaluar el alcance de la infección y descartar otras enfermedades.
El tratamiento de la Pericondritis Mandibular generalmente incluye el uso de antibióticos para eliminar la infección. Los antibióticos se administran generalmente por vía intravenosa en el hospital y, en algunos casos, pueden ser necesarios durante un período prolongado. Además, se pueden recetar analgésicos para controlar el dolor y los antiinflamatorios para reducir la inflamación.
En algunos casos graves de Pericondritis Mandibular, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para eliminar el tejido infectado. Este procedimiento se llama debridamiento y se realiza bajo anestesia general. Durante el debridamiento, el cirujano removerá todo el tejido infectado para prevenir la propagación de la infección.
Es importante tener en cuenta que la Pericondritis Mandibular es una enfermedad potencialmente grave y se debe buscar atención médica de inmediato si se presentan síntomas. La demora en el diagnóstico y tratamiento puede llevar a complicaciones graves, como la diseminación de la infección y la destrucción del cartílago de la mandíbula.
Además, es importante prevenir la Pericondritis Mandibular manteniendo una buena higiene oral y evitando las heridas abiertas en la zona de la mandíbula. Si se produce una lesión, es importante limpiarla adecuadamente y, si es necesario, buscar atención médica para asegurarse de que no se produzca una infección.
En conclusión, la Pericondritis Mandibular es una enfermedad poco común pero importante que afecta a la mandíbula y su tejido circundante. Es causada principalmente por bacterias y puede causar complicaciones graves si no se diagnostica y trata adecuadamente. Es fundamental buscar atención médica de inmediato si se presentan síntomas y tomar medidas preventivas para evitar esta enfermedad.