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Problemas de movilidad:
La esclerosis puede causar debilidad o rigidez muscular, espasmos, falta de coordinación y dificultad para caminar. La sensación de pesadez en las piernas también es común.
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Problemas visuales:
La visión borrosa o doble, la pérdida parcial o total de la visión y el dolor en los ojos son síntomas oculares comunes en la esclerosis.
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Fatiga:
Muchas personas con esclerosis experimentan fatiga extrema, incluso después de realizar actividades físicas mínimas. Esta fatiga puede interferir con las actividades diarias y afectar la calidad de vida.
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Problemas del habla y la deglución:
La esclerosis puede afectar los músculos utilizados para hablar y tragar, lo que puede causar dificultad para comunicarse verbalmente o para comer y beber adecuadamente.
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Problemas cognitivos:
Algunas personas con esclerosis pueden experimentar problemas de memoria, dificultad para concentrarse, problemas de atención y cambios en la velocidad de procesamiento de la información.
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Problemas emocionales:
La esclerosis también puede afectar el estado de ánimo y las emociones. La depresión, la ansiedad, la irritabilidad y la labilidad emocional son síntomas emocionales comunes.
Existen muchos otros síntomas asociados con la esclerosis y su gravedad varía de una persona a otra. Es importante recordar que no todas las personas con esclerosis experimentarán los mismos síntomas, y que estos síntomas pueden cambiar a lo largo del tiempo.
Si sospechas que podrías estar experimentando síntomas de esclerosis, es fundamental que consultes a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario para controlar la enfermedad.