1. Reúne los materiales necesarios
Para pelar una manzana de manera eficiente, necesitarás los siguientes materiales:
- Una manzana fresca
- Un pelador de manzanas
- Un cuchillo afilado
- Una tabla de cortar
2. Lava la manzana
Antes de comenzar a pelar la manzana, asegúrate de lavarla muy bien para eliminar cualquier suciedad o residuos.
3. Retira el cabo de la manzana
Utiliza el cuchillo para cortar el cabo de la manzana, asegurándote de retirar completamente la parte donde se unía al árbol.
4. Asegura la manzana
Coloca la manzana en la tabla de cortar y sujétala firmemente con una mano. Esto te ayudará a pelarla de manera más segura y uniforme.
5. Empieza a pelar la manzana
Toma el pelador de manzanas en tu otra mano y colócalo en la parte superior de la manzana, justo debajo del corte que hiciste para retirar el cabo. Ejerce una ligera presión y desliza el pelador hacia abajo, siguiendo la forma redonda de la manzana.
6. Continúa pelando la manzana
Mientras sigues deslizando el pelador hacia abajo, gira lentamente la manzana para pelarla por completo. Intenta hacerlo en una sola tira continua para obtener un resultado más estético.
7. Termina de pelar la manzana
Cuando hayas pelado casi toda la manzana, es posible que quede una pequeña porción sin pelar alrededor de la zona donde se encontraba el cabo. Utiliza el cuchillo para retirar esta última porción de piel.
8. Lava la manzana pelada
Después de pelar la manzana, es recomendable lavarla nuevamente para asegurarte de que no queden restos de piel o suciedad en ella.
Y eso es todo! Ahora tienes una manzana pelada y lista para disfrutar. Puedes cortarla en rodajas, trozos o dejarla completa, según tus preferencias. Recuerda que la piel de la manzana contiene nutrientes y fibra, por lo que si tienes la opción, es recomendable consumirla con piel para obtener todos sus beneficios.