1. Preparación
Antes de comenzar la limpieza, asegúrate de tener los siguientes elementos a mano:
- Guantes de protección
- Jabón líquido para platos
- Agua caliente
- Vinagre blanco
- Esponja o paño suave
- Raspador para vidrios
2. Mezcla el jabón líquido con agua caliente
En un recipiente, mezcla una pequeña cantidad de jabón líquido para platos con agua caliente. Esta mezcla será la base de tu limpiador casero para los cristales de la ducha.
3. Aplica la mezcla en los cristales de la ducha
Usando una esponja o paño suave, sumerge en la mezcla el jabón líquido y agua caliente y aplícalo directamente en los cristales de la ducha. Asegúrate de cubrir toda la superficie de vidrio.
4. Deja actuar y enjuaga
Deja que la mezcla actúe sobre los cristales de la ducha durante unos minutos. Esto ayudará a ablandar y disolver la suciedad y los residuos. Luego, enjuaga los cristales con agua tibia.
5. Elimina manchas difíciles con vinagre blanco
Si todavía tienes manchas persistentes en los cristales de la ducha, empapa un paño suave en vinagre blanco y frótalo sobre las áreas afectadas. El ácido del vinagre ayudará a eliminar las manchas más difíciles. Asegúrate de enjuagar bien los cristales después.
6. Utiliza un raspador para vidrios si es necesario
Si hay acumulación de suciedad resistente en los cristales de la ducha, como residuos de jabón endurecido o cal, utiliza un raspador para vidrios. Ten cuidado al usarlo para no rayar los cristales y sigue las instrucciones del fabricante.
7. Seca los cristales
Utiliza un paño suave y seco para eliminar el exceso de agua de los cristales de la ducha. Esto ayudará a prevenir manchas de agua y marcas en la superficie.
Con estos simples pasos, tus cristales de la ducha estarán relucientes y transparentes nuevamente. Recuerda limpiarlos regularmente para evitar la acumulación de suciedad. Disfruta de una ducha limpia y brillante!