1. Reúne los materiales necesarios:
Antes de comenzar a limpiar tus persianas, asegúrate de tener todos los materiales necesarios a mano. Necesitarás un plumero, una aspiradora con cepillo de cerdas suaves, un balde con agua tibia y jabón suave, un par de guantes de limpieza y paños de microfibra.
2. Retira el polvo con un plumero:
Comienza retirando el polvo de tus persianas con un plumero. Pasa el plumero suavemente sobre cada lama, tanto en la parte frontal como en la trasera. Esto ayudará a eliminar el polvo y las partículas sueltas, preparando tus persianas para una limpieza más profunda.
3. Aspira las persianas:
Después de pasar el plumero, utiliza una aspiradora con un cepillo de cerdas suaves para aspirar las persianas. Pasa la aspiradora lentamente de arriba a abajo, asegurándote de limpiar cada lama por ambos lados. Esto ayudará a eliminar cualquier polvo restante y alérgenos que estén adheridos a las persianas.
4. Limpia las persianas con agua tibia y jabón suave:
Llena un balde con agua tibia y agrega un poco de jabón suave. Humedece un paño de microfibra en esta solución y exprímelo para eliminar el exceso de agua. Limpia cada lama de tus persianas cuidadosamente, comenzando desde arriba y avanzando hacia abajo. Asegúrate de limpiar ambas caras de las lamas y presta especial atención a cualquier área más sucia.
5. Enjuaga las persianas:
Después de limpiar con agua jabonosa, enjuaga el paño de microfibra y exprímelo para eliminar el jabón. Pasa el paño nuevamente sobre las persianas para eliminar cualquier residuo de jabón y aclararlas. Esto ayudará a evitar que se acumule polvo o suciedad una vez que las persianas se sequen.
6. Sécalas con un paño limpio:
Una vez que hayas terminado de enjuagar las persianas, sécalas rápidamente con un paño limpio y seco de microfibra. Esto ayudará a prevenir manchas de agua y dejará tus persianas brillantes y relucientes.
- Consejo adicional: Si tienes persianas de madera, ten cuidado de no mojarlas demasiado. Utiliza solo una cantidad mínima de agua y sécalas rápidamente para evitar daños.
Siguiendo estos simples pasos, podrás limpiar tus persianas rápidamente y mantenerlas en buen estado. Recuerda realizar esta limpieza al menos una vez al mes para evitar la acumulación de polvo y alérgenos en tus persianas. Disfruta de unas persianas limpias y relucientes en todos tus espacios!