Existen diferentes tipos de estufas de leña, pero en general, su funcionamiento se basa en el siguiente proceso:
1. Preparación de la estufa
Antes de encender la estufa, es necesario asegurarse de que esté limpia y libre de cenizas o residuos de combustión anteriores. Además, se debe verificar que la puerta de entrada de aire esté despejada y funcionando correctamente. Si la estufa cuenta con una chimenea, también es importante garantizar que esté libre de obstrucciones.
Luego, se agrega una capa de astillas de madera o papel arrugado en el fondo de la estufa para facilitar el encendido. Encima de esto, se colocan los troncos de madera, preferiblemente secos y de tamaño adecuado.
2. Encendido de la estufa
Una vez preparada la estufa, se enciende el fuego utilizando encendedores o fósforos. Es recomendable abrir la puerta de entrada de aire para permitir una correcta circulación del oxígeno y facilitar el encendido.
Al comienzo, se formará una pequeña llama que irá tomando fuerza a medida que los troncos de madera se calienten. Es importante mantener una buena ventilación para evitar la acumulación de humo en el hogar.
3. Control del fuego
Una vez que el fuego esté encendido, es necesario regular la entrada de aire para controlar la intensidad de la llama y la cantidad de calor generado. La mayoría de las estufas de leña cuentan con una palanca o rueda de control de entrada de aire que permite ajustar este aspecto.
Si se requiere más calor, se puede abrir la entrada de aire para permitir una mayor circulación de oxígeno y, por lo tanto, una combustión más intensa. Si se quiere disminuir la temperatura, se puede reducir el flujo de aire.
4. Mantenimiento de la estufa
Para un correcto funcionamiento de la estufa de leña, es importante llevar a cabo un mantenimiento regular. Esto incluye la limpieza de la chimenea y el conducto de humos, la eliminación de cenizas y la revisión de las juntas y el sellado de la estufa.
Además, se debe tener en cuenta que la estufa de leña requiere una mayor vigilancia que otros sistemas de calefacción. Nunca se debe dejar la estufa encendida sin supervisión, especialmente durante la noche o al salir de casa.
En resumen, la estufa de leña funciona a través de la combustión de troncos de madera, generando calor para calentar el hogar. Su correcto uso y mantenimiento garantizan el máximo rendimiento y eficiencia de este sistema de calefacción.