1. Prepara tus herramientas
Antes de empezar, asegúrate de tener todo lo que necesitarás. Necesitarás un cuchillo afilado, una tabla de cortar y un bol o plato para recolectar las semillas del melograno.
2. Corta la parte superior del melograno
Coloca el melograno sobre la tabla de cortar y usa el cuchillo para hacer una pequeña incisión en la parte superior de la fruta. Asegúrate de no hacer un corte muy profundo, solo lo suficiente para romper la cáscara exterior. Esto facilitará el siguiente paso.
3. Sumerge el melograno en agua
Llena un bol o recipiente grande con agua y sumerge el melograno en él. Asegúrate de que esté completamente sumergido. Esto ayudará a evitar que las semillas salpiquen y ensucien tu ropa o la superficie de trabajo.
4. Rompe el melograno en secciones
Sostén el melograno bajo el agua y comienza a romperlo en secciones. Usando tus manos o los dedos, separa cada sección de la fruta. El agua ayudará a liberar las semillas sin ensuciarte.
5. Separa las semillas del melograno
Ahora, en el agua, frota suavemente cada sección del melograno para liberar las semillas. Las semillas se hundirán en el fondo del recipiente, mientras que la pulpa flotará en la superficie.
6. Escurre el agua y recolecta las semillas
Usa un colador para drenar el agua del bol y luego coloca las semillas del melograno en un plato o bol limpio. Descarta la pulpa y la cáscara. Y listo! Ahora tienes las semillas del melograno listas para ser disfrutadas sin ensuciarte.
- Prepara tus herramientas
- Corta la parte superior del melograno
- Sumerge el melograno en agua
- Rompe el melograno en secciones
- Separa las semillas del melograno
- Escurre el agua y recolecta las semillas
Esperamos que estos pasos te ayuden a abrir un melograno sin ensuciarte. Ahora puedes disfrutar de esta deliciosa fruta sin preocuparte por las manchas. Buen provecho!