1. Prueba con lubricante
En algunos casos, los candados se atascan debido a la acumulación de polvo, suciedad o corrosión. Aplicar un lubricante como el WD-40 puede ayudar a desbloquear el mecanismo y permitir que gire más fácilmente. Rocía el lubricante en la cerradura y utiliza una llave para intentar abrir el candado. Asegúrate de limpiar el exceso de lubricante antes de volver a intentarlo para evitar manchar tus pertenencias.
2. Utiliza una llave de repuesto
Si dispones de una llave de repuesto para el candado roto, prueba a utilizarla en su lugar. Es posible que la llave original esté desgastada o dañada, impidiendo su correcto funcionamiento. Si la llave de repuesto abre el candado sin problemas, es posible que debas considerar la opción de reemplazar la llave original o incluso el candado completo.
3. Acude a un cerrajero profesional
Si ninguna de las opciones anteriores funciona, es recomendable buscar la ayuda de un cerrajero profesional. Los cerrajeros están capacitados para manejar situaciones de bloqueo y podrán evaluar el estado del candado. Es posible que puedan repararlo o, en caso extremo, abrirlo sin causar daños adicionales. Sin embargo, ten en cuenta que contratar a un cerrajero puede tener un costo adicional.
Si te encuentras con un candado roto, no desesperes. Hay varias opciones que puedes intentar antes de rendirte. Prueba con lubricante, una llave de repuesto o acude a un cerrajero profesional para obtener ayuda. Recuerda que es importante tomar precauciones para evitar dañar tus pertenencias durante el proceso de apertura. Buena suerte!